En nuestro catálogo de cámaras 4en1 solemos usar una sencilla nomenclatura para distinguir la calidad del producto OEM, repartiendo las referencias en tres gamas según la calidad: ECO, PRO y ULTRA.
- En la gama ECO (económica) ofrecemos el producto más sencillo dentro de cada resolución. Sensores básicos, y cámaras sin excesivas funciones avanzadas, más allá de las que pueda proporcionar un menú OSD sencillo. Hablando en plata, es la cámara para el que solo se preocupa por el precio.
- En la gama PRO (profesional) nos encontramos ya productos con mejor calidad de imagen, mayormente con sensores Sony Exmor, y pudiendo tener algunos extras adicionales como puedan ser lentes varifocales motorizadas o dWDR (WDR digital). Es la gama para aquel que se preocupa además de por el precio, también por la calidad de imagen
- En la gama ULTRA ya encontramos el top de la gama. Los mejores sensores del mercado en cada resolución (como por ejemplo Sony Starvis), que pueden disponer de tecnologías avanzadas para la mejora de la calidad de imagen: Sense-up para una excelente calidad de imagen con baja luminosidad, WDR real para mejor calidad de imagen en condiciones de luz extremas, smart IR, defog, etc. Esta gama es la adecuada para puntos críticos como puedan ser accesos a contraluz, exteriores, zonas muy soleadas, lectura de matriculas, etc.
Ahora bien; todas estas características adicionales que pueda ofrecernos una cámara ULTRA hay que saber usarlas. Mucha gente al montar una cámara se limita a colgar, orientar, e ir a la siguiente, en cuyo caso no le estarán sacando el máximo partido a una cámara. En estas dos capturas de ejemplo podemos apreciar la diferencia de calidad de imagen en una cámara ULTRA recién instalada, y una vez ajustados los settings de la cámara.
Tal cual se ha montado la cámara parece ser que el auto focus ni siquiera ha acabado de hacer correctamente su trabajo. La imagen se ve notablemente desenfocada, y la calidad de imagen en general parece bastante pésima.
Los contrastes de luz entre la zona soleada y la que está a la sombra hacen que la zona soleada se vea notablemente sobre expuesta, mientras que en la sombra apenas apreciamos detalle. Aunque no pretendemos ser capaces de leer una matricula a esta distancia y con este ángulo, los vehículos a lo lejos son poco más que siluetas de color. Una vez hemos ajustado los settings de la cámara, notamos que la calidad de imagen ha sufrido una importante mejora. Entre otras cosas, se ha ajustado angulo y enfoque, se ha activado WDR, se han ajustado los parámetros de exposición, sense-up y ganancia, así como brillo y contraste. Por último, queda verificar por la noche que los settings sean correctos, para asegurarse que la visión de la cámara cuando haya poca luz también sea correcta.
Del mismo modo que alguien con sentido común no se compraría un coche deportivo para ir a comprar el pan, es importante poner en cada situación la cámara más adecuada para la función que ésta vaya a realizar.
Una cámara que pueda ser perfectamente apta para un pequeño almacén sin entrada directa de luz solar montada en exterior puede tener una calidad de imagen completamente insuficiente para la función que esperamos que nos haga. Esa misma cámara que en exteriores nos puede parecer una maravilla, montada en el almacén puede hacernos estar tirando dinero de forma innecesaria. Y sea cual sea la cámara instalada de mala manera puede hacer que no estemos obteniendo una calidad de imagen todo lo óptima que podría ser.
De ahí la importancia de dejar una instalación de manos profesionales y experimentadas, para que puedan ofrecernos un servicio personalizado, poniendo en cada situación la cámara más adecuada para la tarea que tenga que desempeñar, y sacándole el máximo partido posible a esa cámara.